viernes, 9 de noviembre de 2007

Vomitando ideas antes de dormir...

Hoy pensaba en las cosas pequeñas. Estoy rodeado de ellas. Mis repisas están llenas de objetos que aunque pequeños en tamaño son enormes en la memoria de los momentos y personas a las que me transportan.

Hay un corazón rojo y vibrante. Está cocido con hilo negro en los bordes. Me lo dieron en representación de otro que a veces escucho latir cuando todo está en silencio.

Hay un sueño que vive en una flor. No lo he utilizado, como se suponía que debía hacerlo, me da miedo que al despertar este se haya esfumado como el resto de mis sueños.

Hay un angel que siempre me recuerda a otro.

Hay un conejo que remplazó a otro que tuve en mi infancia. Ambos fueron un regalo de mi madre en momentos donde me procuró con sus cuidados y atención.

Hay una vela llena de huellas dactilares en color azul y blanco. Cada huella es un regalo de una niña que hoy a dejarlo de serlo. Hermosa e inteligente. Es impresionante cómo pasa el tiempo.

Hay una Strat, idéntica a la que solía tocar hace años. Ambas fueron un regalo de mi padre, que no entiendía mi música pero la fomentó y la respetó mientras duró.

Hay un figurin de Kaneda en su flamante moto roja, mi juguete más preciado. Fue un regalo de un niño que hoy es un hombre barbón y extremadamente agradable.

Hay una Guinness. Salió de una iglesia que vió la luz y se transformó en bar. Muchos tragos, muchas risas, mucha vida, mucha historia. Un comienzo frente a un monitor.

Hay una máscara del Santo. Arquetipo del heroe mexicano, panzón y chaparro pero con unos huevotes...

Hay una piedra que acompaño a un dictador en sus últimas horas de libertad. Aspera y fuerte como la persona que me la dió.

Hay un trago de whisky en una botella miniatura. Una mujer quería verme beber hasta morir para celebrar mi cumpleaños, pero no sucedió.

Hay un busto de Drácula. Está hecho en plastilina. Un desconocido lo hizo para mí en mi cumpleaños. Nunca pude agradecerle.

Hay recuerdos, hay familia, hay amores, hay amigos, hay extraños ¡ay güey! cuanto polvo se acumula en una repisa...

1 comentario:

Anónimo dijo...

es muy bello que me cuentes con o sin intencion estas emociones del corazon. flashes del pasado q hoy forman parte de tu presente. Q no muera el romanticismo. Un cordial abrazo.
pablo ( un completo desconocido de bs as )
pablobuero@hotmail.com