lunes, 5 de noviembre de 2007

Agua de Annique

Hace algunos años fuí a comprar música a un bazar. El metal era un fenómeno incipiente que estaba afianzando sus raíces en el país.

Recuerdo que compré un disco de black metal (El V.I.T.R.I.O.L. de ABSU), mi amigo compró un disco de death metal de una banda que se llamaba Phlebotomized (R.I.P. 1997).

Fuímos a escuchar los discos, el mío era bastante decente, el de mi amigo apestaba (o por lo menos así nos parecía en aquel momento), así que regresamos al bazar, argumentamos que era su cumpleaños, que le habían regalado el mismo disco y que lo queríamos cambiar.

(¿A donde chingados quiere llegar este cabrón con esta anécdota tan local, personal y anticlimática? Si, si tiene una razón de ser el hecho que recuerde tan bien ese día por la banda que descubrí debido a una mala compra).

Como eramos unos mocosos que compraban bastante seguido en el local, nos cambiaron el disco por el Always, primer disco de estudio de una banda holandesa llamada The Gathering.

Corrimos a escuchar el disco y NO MAMES era un orgasmo musical de principio a fin.

La voz del vocalista era excelente, un monstruo hecho y derecho mientras que la música te incitaba a mover la mata de un lado a otro (por muy corta que fuera mi mata en ese momento).

Meses después mi amigo compró el segundo disco de la banda Almost a Dance. Que gran decepción, la música seguía siendo muy buena pero el vocalista era otro, tenía voz de anciano gangoso y era un martirio escucharlo destrozar las letras de cada una de las canciones del disco, bueno, de las que escuché, nunca lo escuché completo.

A principios de 1996, me topé con el nuevo disco de la banda, Mandylion y a falta de otra cosa que me interesara lo compré. Cual sería mi sorpresa al encontrarme que ahora la banda contaba con una vocalista, que en vez de voz de monstruo tenía una voz y un rostro angelical.
Las letras eran muy femeninas, instrospección, búsqueda y cuestionamientos desde una perspectiva que dejaba de lado la violencia gratuita, la sangre, los demonios y los cuentos de elfos y dragones.

Pérdida, desamor y ensueño en la voz de Anneke van Giersbergen.

Quedé prendado, de ella, de su voz y de la banda.

Al paso del tiempo compré todos sus discos (me faltan algunos sencillos y el último DVD que lanzaron este año), los ví 2 veces en vivo, seguí su carrera y los llevo a todos lados en mi Ipod. Nunca salen de mi playlist.

Hoy me enteré que hace unos meses Anneke decidió dejar la banda. Hoy me enteré que tiene un proyecto solista.

Para quienes no tienen el gusto, ella es Anneke.


Y esta es una muestra de su proyecto solista Agua de Annique.



Para mayor información chequen
Agua de Annique.
No olviden visitar a The Gathering, creo que nos sorprenderan y espero que este cambio sea tan bueno como el que hace 13 años los proyectó como una referencia obligada de la música underground.

1 comentario:

Anónimo dijo...

simplemente...mmm...si las mujeres se expresäran en la vida real como lo hacen cuando escriben, este mundo seía distinto ,estarïa la gente sencible completamente enamorada de la capasidad de transmición de ideas que se tienen desde el otro lado del genero...si tienes razón esta mujer canta desde adentro...bn bn bn