lunes, 19 de noviembre de 2007

¿Sabe con quién están sus hijos?

Me llaman poderosamente la atención algunas expresiones modernas de la maternidad/paternidad en ciertos sectores de la sociedad mexicana. No, estas expresiones no son exclusivas de México, pero aquí vivo por el momento y aquí me vino a la mente, a través de una experiencia reciente, la necesidad de cuestionar algunos patrones que, como dije llaman mi atención.

Un pequeño sector de este país goza de muchos beneficios que vienen aunados al dinero, a una posición de comfort en la que se puede acceder a ciertas comodidades y satisfactores. Al parecer, uno de ellos, es la maternidad/paternidad asistida.

Niñeras uniformadas que asisten a las madres/padres en sus funciones. Acuden a las fiestas y demás eventos sociales, al supermercado, al centro comercial, a las vacaciones familiares y a cualquier sitio o situación en donde los padres requieran de su tiempo y su atención.

No sé si los hijos se convierten en un estorbo, o un obstáculo para que estos padres lleven a cabo sus actividades, si la paternidad/maternidad es una actividad que se practica a ratos, si es un placer de momentos.

"X duerme a la niña a las 5", "X no se le olvide la papilla", "X lleve a los niños al parque", "X el sábado tenemos cena en casa de los X" etc., etc., etc.

No quiero criticar, ni emitir juicios de valor, simplemente me pregunto si toda la gente que cuida a estos niños está lo suficientemente capacitada como para hacerlo.

El otro día vi a una niñera que llevaba a un niño en brazos, mientras otro la jalabra porqué quería ir por algo de comer, entretanto la niñera le gritaba a una niña para que no corriera. Entre dientes dijo, "pinches escuincles", cuando pasé por su lado.

Seguramente no pensó que la fuera a escuchar, pero la escuché y me puse a pensar en lo que reciben estos niños.

¿Podemos comprar cariño? ¿El salario de estas niñeras será todo lo que se necesita para que su paciencia sea suficiente, su atención inquebrantable y su cariño genuino? No lo sé.

Sería estúpido pensar que todas las niñeras se quejan entre dientes de los niños a los que cuidan. Sería ingenuo pensar que todas las niñeras se ocupan de manera adecuada de los niños a los que cuidan.

Estoy seguro que (casi) todos estos padres buscan lo mejor para sus hijos, una atención que no les pueden dar, pero que les procuran a través de estas niñeras, tiempo de calidad con sus hijos, sin el desgaste continuo que pudiera representar un(a) niño(a) en esa edad donde corren, gritan y sienten curiosidad por todo.

Estoy seguro que si tuviera hijos, no me gustaría que una niñera los viera correr para atenderles en caso de necesitar algo. Verlos reir, jugar, gritar (en donde sea oportuno hacerlo) o corregirlos en caso necesario.

Estoy seguro que la diversidad es una fuerza que permite matizar realidades y que en esa diversidad ambas posturas son respetables, válidas y aceptables.

To each their own...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Indistintamente yo me he dado cuenta que en la vida las cosas importantes no cuestan dinero como tal pero podrïa en determinado caso alivianar lo que a algunas personas les cansa, pero en caso de los hijos creo y estoy convencido que ese caso ke marcas no es lo ideal porke si fuera asi tendriamos por ende que contratar nanas especialistas en pubertad y adolecensia para continuar con estos patrones, lo cual nos lleva a no continuar con esa parte que como padres nos toca y a la larga es lo que nos une como familia, a lo que quiero llegar es a que si a uno no le cuesta "dinero emocional" no lo valoraremos en su justa dimención y ser padres se convierte en una transacción mas... bueno eso creo...

Pesadilla dijo...

pufff q complicado, pero de lo q estoy seguro es q la paternidad, concebida desde el punto de vista del hijo, no se compra ni se vende