viernes, 25 de enero de 2008

Sueño vívido...

De verdad que resultan increíbles las estupideces que podemos elaborar con la mente...

En fin, les contaré mi sueño.

"Estoy en una universidad, una extraña mescolanza de las escuelas en las que estudié o en algún momento visité. Las dimensiones de esta universidad son descomunales, tanto que me pierdo y comienzo a desfilar entre pasillos y aulas en donde me encuentro a mucha gente que hace años no veo (en su mayoría) y a otros que nunca he visto pero en mi sueño me saludan efusivamente y yo me limito a saludar por mera cortesía (quien chingados es este cabrón!!!).

Paso horas tratando de llegar a un lugar específico (no recuerdo que buscaba) y al final del día cuando la universidad se encuentra desierta y yo no tengo ni puta idea de cómo salir me encuentro a una chica que es una mezcla extraña de muchas mujeres a las que conocí en varias etapas de mi vida.

Le pregunto como salir, me toma de la mano y me sube a un camión que por fuera parece ser un camión de lujo y por dentro es peor que un microbus... peluche en todas partes, luces, música a todo lo que da, etc. etc. etc. (Para los que no conocen los microbuses de la ciudad de México algún día tomaré una foto para que se den una idea).

En fin, el camión comienza a repartir gente y yo estoy esperando a ver a que hora llegamos a mi casa.

Amanece y le pregunto a la chica que ahora se ha transformado en otra mezcla de muchas mujeres que cuando llegaremos a mi casa.

Me dice que no vamos a mi casa sino a la suya y no entiendo que es lo que pasa.

De pronto me toma de la mano y la aprieta... se acerca a mi oído y me dice entre dientes "Vamos a llegar a Mejis (así se escribe el nombre del lugar, lo recuerdo porque había un gran letrero a la entrada) no te vayas a reir".

No entendí, pero me puse a ver el lugar ya que ahora el camión tenía ventanas panorámicas y yo podía ver todo el lugar sin obstáculo alguno.

No pude evitar reírme.

Al entrar al valle de Mejis había unas montañas que parecían sacadas de cuento de hadas y en medio de este majestuoso paisaje había una enorme escultura de un balón de futbol, los gajos del balón (negro y blanco) estaban cubiertos de peluche para darle textura al mismo.

En el centro del lugar se encontraba una glorieta y al centro una monumental escultura de un par de piernas de futbolista. La escultura estaba incompleta. Sólo llegaba hasta la cintura. El futbolista tenía puesto un short que estaba formado por una enorme pieza de peluche blanco.

Había chozas de lámina y cartón en donde se veían letreros luminosos de franquicias gringas. "

No podía parar de reir, sé que la crónica no es nada graciosa pero si hubieran podido ver el pintoresco lugar seguro se reirían como yo.

No pude terminar de ver Mejis, sóno mi teléfono a las 7 de la mañana y me despertó...

era un cliente que necesitaba una información.

No podía parar de reir cuando hablaba con el cliente.

Me dijo "Andas muy risueño".

Y yo no pude más que seguir riendo y tratando de darle la información que necesitaba entre recuerdos de monumentos futboleros y chozas que albergaban el sueño americano...

2 comentarios:

Pesadilla dijo...

no t metas en el mundo d las drogas, habemos muchos y hay poca

Anónimo dijo...

mejis es un lugar recondito de tu mente en el cual vive lo mas chido de tu esencia, ni pedo todos de algún modo tenemos algo de naco escondido en el alma y el tuyo pide a gritos !dejame salir¡ chido y en peluche ...chidisimo!