Los sonidos nos acompañan en todas partes...
La música se cuelga a los timpanos y resuena en el interior, algunas veces de la nada, una melodía comienza a taladrar el oído y no te suelta.
Como perro con la mandíbula trabada se aferra a tu cuerpo y te tortura o te apacigua.
Me ocurre con frecuencia, pero cada vez menos...
Hoy me acordé de una rola que me acompaño fielmente hace muchos años y que atesoré y exprimí durante buena parte del 2006.
La repetía hasta el hartazgo, hasta que los oídos dolían, hasta que las palabras perdían sentido, hasta que el sonido se convertía en un tono constante y aburrido.
Esto es Katatonia y la rola "Lost Control".
Padézcanla, disfrútenla, apropiensela o pásenla de largo, pero escúchenla una vez.
viernes, 11 de enero de 2008
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