martes, 29 de julio de 2008

Del profesionalismo...

tu cita es a las 5... llegas a las 5:15. ¿Qué pasa con tu profesionalismo? Se te olvidó, lo dejaste por echar un taco antes de llegar a la cita y te atrapó el tráfico inmundo de la ciudad. Mal hecho.

tu deadline para entregar el reporte semestral es el 20 de Agosto... lo entregas el 25, incompleto, con una mancha de grasa del gansito que comías antes de ir a la impresora por el reporte y entregarlo medio arrugado, sin un folder a tu jefe ¿Qué pasa con tu profesionalismo? Valió madres porque llegaste a las 5 de la mañana ese día a la oficina, cuando la noche anterior te fuiste a la 1 de la mañana para terminar el reporte que te solicitaron el 19 de Agosto.

Ejemplos hay muchos, casos justificados tambien, pero la cuestión es que nos enfrentamos a un ambiente laboral en el que por muchas circunstancias (compresinbles algunas, la gran mayoría no) el profesionalismo se diluye entre las actividades, las preocupaciones, el stress, etc. etc. etc.

Es impresionante cómo la gente no tiene ganas de trabajar... no hay motivación suficiente, no importa que coman del salario que perciben del trabajo realizado, que el trabajo sea un medio para subsistir, planear, desarrollar y mejorar en términos personales.

La gente no recuerda que se le paga un sueldo por trabajar, no por perder el tiempo, por buscar formas de implantar la ley del menor esfuerzo, por olvidar que tiene fechas límite para entregar ciertas cosas, por tomar 3 horas de comida, por parlotear sin cesar, por efectuar robo hormiga, por abusar de los privilegios y omitir las responsabilidades.

No, a los empleados, a los empresarios y a la gente que percibe un salario en general se le paga por hacer su trabajo, por hacer bien su trabajo...

He dicho.

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