miércoles, 11 de junio de 2008

El eterno retorno...

definitivamente la música es el mejor vehículo de la memoria.

Ayer, en un instante, una canción trajo consigo los siguientes fragmentos.

Un cumpleaños que comenzó atravesando una línea estatal... el cumpleaños continuó con un funeral.

El funeral fue un reencuentro.

El reencuentro fue extraño.

La extrañeza se agudizó cuando me escucharon escuchar la canción en cuestión.

La canción generó lágrimas.

Las lágrimas cansancio.

El cansancio un abrazo.

El abrazo pudo culminar en un beso.

El beso se quedo en los labios.

Los labios dijeron adiós.

El adiós generó una partida.

La partida terminó con la canción que me acompañó durante mi trayecto a casa.

Llegando a casa boté el disco, boté el cansancio y las ilusiones de que las cosas podían volver a ser lo que antes, que el tiempo no cambia nada y que siempre podemos regresar al lugar y el momento en el que abandonamos algo.

Aquí la canción, que hace años no escuchaba y ayer me regresó en el tiempo, a los lugares que atrapó en la memoria. - Long sigh -

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sin lugar a dudas el mejor albún de este guey de donde se pueden extraer casi 8 rolas que valen la pena y que no ha podido superar aún...chingona sin dudas. Bendita música!!!H