como la muerte súbita, de tajo... la que llega sin anunciar, la que provoca la violencia humana, la que es producto del odio.
Es indignante cuando es a la distancia... cuando lo lees, lo ves o lo escuchas.
Es doloroso, incomprensible, desgarrador cuando lo vives.
Nada te prepara para vivir la violancia que termina con una vida.
Nada te prepara para la pérdida repentina.
Nada justifica que un ser humano le quite la vida a otro.
Al menos, eso es lo que creo hoy en día.
domingo, 12 de octubre de 2008
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