¿Hasta cuando?

Me pregunto cuando llegará el día en que despertemos y encontremos que finalmente podemos confiar plenamente en las instituciones, en los gobiernos, en los procuradores de justicia...

desgraciadamente lo veo lejano, por lo menos en mi país las cosas parecen funcionar al revés en la gran mayoría de los casos.

Carajo, es impresionante que en estos días sigamos viviendo casos en donde los que deberían de cuidarnos, abusan de nosotros... defraudando en vez de esperanzar, destruyendo en vez de construir, abusando en vez de procurar.

Me rehuso a creer que las cosas no están cambiando como nos decimos todos los días, que en el fondo, en aquello que nos define como nación, las cosas siguen igual... podridas, deshauciadas, vejadas, corruptas, violadas.

Me atengo a los hechos, les comentaba ayer del asesinato de Fernando Martí; después de escribir y esperar que agarraran a los infelices que perpetraron el homicidio nos enteramos que agentes de la policía judicial están involucrados, estos desgraciados forman parte de la denominada banda de la Flor...

algunos puntos a notar.

Desde el día de hoy se han prohibido los retenes en la ciudad de México, así que si se encuentran con uno, no paren... ya que este es el teatrito que montan estos malnacidos para llevar a cabo sus secuestros.

En el humor noticioso, político y social ya empezamos a escuchar las voces que claman sangre y no justicia, venganza cuando se calienta el hocico...

Emilio Gamboa Patrón ya habló (a título personal) de la pena de muerte, luego se desdijo, mañana seguro dice que nomás estaba jugando.

Veamos el caso del mexicano condenado a morir en Texas, José Ernesto Medellin quien después de 15 años de cautiverio estará muriendo... su crimen violar y asesinar a un par de chicas...

¿Corrección o prevención? Cuando se me calienta el hocio clamo por la corrección, en pos de la prevención de las nuevas generaciones, de las que no están podridas y chingadas, cuando se presentan situaciones como esta creo que resulta completamente necesario detenernos a pensar, evitar los apasionamientos y entender que nuestra legislación falible y nuestras instituciones, corporaciones y gobiernos corruptibles no nos permiten tomar una decisión tan compleja.