hace tiempo que en el país se vive una oleada de secuestros muy grave.
Con el recrudecimiento de la violencia relacionada al narcotráfico poco a poco se ha venido diluyendo del ánimo social el recuento de los daños relacionados con la privación de la libertad.
Creo que pronto va a cambiar esto.
La semana pasada (el viernes 1 de agosto) Fernando Martí, hijo del empresario mexicano Alejandro Martí (empresario de la cadena de tiendas deportivas Martí) fue encontrado muerto en la cajuela de un automovil robado.
Luego de 2 meses de secuestro y del pago de 6 millones de dólares, el joven fue encontrado muerto, sin embargo, el joven llevaba más de un mes muerto cuando se le encontró...
Una hipótesis señala que el secuestro fue llevado a cabo por un grupo de sicarios relacionados con el Cártel del Golfo.
Se está combatiendo al narcotráfico y estas organizaciones están buscando formas de compensar las pérdidas ante el embate de las autoridades.
Otra hipótesis señala que se trata de una organización de secuestradores llamada La Banda de la Flor.
La especialización de las bandas de secuestradores es escalofriante.
El jueves 31 de julio en Zapotlán, Jalisco, se encontraron a 6 personas muertas... las primeras indagatorias que se revelaron el día de ayer, revelan que los asesinatos pueden tener una conexión con el pago fallido de un rescate.
Al parecer una de las personas asesinadas fue liberada y al no cumplirse el pago de una segunda parte del rescate, los secuestradores asesinaron a 6 personas...
Los secuestros están apabullando nuevamente a la clase empresarial y es por esto que seguramente comenzaremos a escuchar una nueva oleada de acciones gubernamentales para buscar soluciones de tajo para esta situación.
Al parecer hay en estos momentos 3 personas secuestradas que son familiares de importantes empresarios e industriales del país.
Esa es la realidad mexicana, una en donde la desgracia del ciudadano de a pie es una estadística y la del ciudadano prominente (o sus familiares) son catalizadores de cambio y acciones enérgicas.
Es una desgracia que una vida se pierda por unos pesos o muchos dólares, es una desgracia más grande que si le pasa al hijo del vecino no pase nada...
Con el recrudecimiento de la violencia relacionada al narcotráfico poco a poco se ha venido diluyendo del ánimo social el recuento de los daños relacionados con la privación de la libertad.
Creo que pronto va a cambiar esto.
La semana pasada (el viernes 1 de agosto) Fernando Martí, hijo del empresario mexicano Alejandro Martí (empresario de la cadena de tiendas deportivas Martí) fue encontrado muerto en la cajuela de un automovil robado.
Luego de 2 meses de secuestro y del pago de 6 millones de dólares, el joven fue encontrado muerto, sin embargo, el joven llevaba más de un mes muerto cuando se le encontró...
Una hipótesis señala que el secuestro fue llevado a cabo por un grupo de sicarios relacionados con el Cártel del Golfo.
Se está combatiendo al narcotráfico y estas organizaciones están buscando formas de compensar las pérdidas ante el embate de las autoridades.
Otra hipótesis señala que se trata de una organización de secuestradores llamada La Banda de la Flor.
La especialización de las bandas de secuestradores es escalofriante.
El jueves 31 de julio en Zapotlán, Jalisco, se encontraron a 6 personas muertas... las primeras indagatorias que se revelaron el día de ayer, revelan que los asesinatos pueden tener una conexión con el pago fallido de un rescate.
Al parecer una de las personas asesinadas fue liberada y al no cumplirse el pago de una segunda parte del rescate, los secuestradores asesinaron a 6 personas...
Los secuestros están apabullando nuevamente a la clase empresarial y es por esto que seguramente comenzaremos a escuchar una nueva oleada de acciones gubernamentales para buscar soluciones de tajo para esta situación.
Al parecer hay en estos momentos 3 personas secuestradas que son familiares de importantes empresarios e industriales del país.
Esa es la realidad mexicana, una en donde la desgracia del ciudadano de a pie es una estadística y la del ciudadano prominente (o sus familiares) son catalizadores de cambio y acciones enérgicas.
Es una desgracia que una vida se pierda por unos pesos o muchos dólares, es una desgracia más grande que si le pasa al hijo del vecino no pase nada...
2 comentarios:
Estaba escuchando el radio, todo mundo habla ahora de esta cuestión de los secuestros. Tienes razón en algo, si estoy perdiendo lana porque me estan tapando, trato d ebuscar otro camino y secuestro gente relacionada con gente que tiene dinero.
El problema se hace feo porque efectivamente no importa si mañana me secuestran a mi ya que soy un don nadie, no soy un elemento importante o que se refleje de inmediato en la ineficencia de mi país, el hijo d eun rico en cambio sale en los obituarios y ocasiona pésames radiofonicos, televisivos, impresos, etc.
A todo lo anterior estamos acotumbrados, eso no lo convierte en algo que esté bien. Lo que yo ya no tolero es que esa vez que escuché el radio el comunicador dijo algo parecido a -que no nos sorprenda que después empiecen a secuestrar a cualquiera, esto no es sólo e los empresarios-. La realidad es que todos corremos reisgo de ser secuestrados por raterillos comunes, eso también lo sabemos, pero la población común no va a solucionar algún problema financiero de los narcos, entonces ya por fin viene mi crítica; por qué carajos tenemos que seguir con esta política del miedo. ¿Cuál es la razón de que este comunicador nos haga pensar que somos el blanco de los narcos secuestradores? ¿Que luego necesitemos un héroe que nos libre de los terroristas (digo de los secuestradores) y que no cuestionemos su guerra injustificada (digo las -medidas necesarias-)? No lo sé, tal vez sólo soy un quejón amargado, pero coño yo ya no me puedo fiar de nadie.
Afortunadamente los alcances del miedo en nuestra política son ínfimos , burdos, enclenques y patéticos comparados con los del vecino del norte. A mi me tocó vivir allá durante las elecciones de BUSH VS. KERRIE. DO BABES, eso si era escalofriante, el uso y abuso inmaculado y extremadamente eficaz del miedo como arma política...
efectivamente, es absurdo que nos quieran convertir en el blanco de cárteles y sicarios. No somos su objetivo, cómo bien lo señalas somos el objetivo de cacos de poca monta que nos matan por 3,000 varos, lo cual resulta escalofriante.
¿Qué hacer? ¿justicia por mano propia? ¿linchamientos? ¿empalamientos en el Zócalo? ¿pena de muerte?
Creo que la condena de cadena perpetua es el recurso más eficaz con el que contamos en la actualidad... si se comete un error y un inocente está en la carcel, podemos "remediarlo" y sacarlo... si lo matamos, el infeliz no regresa...
Cadena perpetua, pero nada de mantenidos, que trabajen, se chinguen, se fleten y aprendan a ganarse lo que se tragan, lo que se ponen y lo que tienen sin una pistola en mano, sin violencia, sin abuso...
Carajo, yo estoy harto de que las cosas sigan degenerando... de que el país esté hecho un desmadre lleno de corrupción, violencia... que sigamos chingados pues.
Publicar un comentario