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Restaurante a la orilla del mar, olas gigantes rompiendo contra la playa, brisa agradable, calor soportable... mariscos al por mayor.
Yo quería un delicioso, inonfensivo y familiar filete de pescado.
PENDEJO. Me dejé convencer. Mira, el huachinango sabe pocamadre, cómo un pinche filete, no mames estás en la playa. PENDEJO.
Después de unas tostadas con pulpo, camarón y pescado ahumado me salen con la chingadera de la foto.
1. Que cabrón tan feo.
2. Que peligroso es comerse a dicho cabrón.
3. Que laborioso es terminar con el cabrón.
Tenía que quejarme. Pinche huachinango a la diabla parecía más bien un huachinango apuñalado... bloody huachinango para la mesa 2.
Al otro día comí camarones al ajillo. Camarón pelado, delicioso, inofensivo y familiar. Nada de cabeza y cola.
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