Tengo una insaciable necesidad de consumir historias...
Afortunadamente siempre hay samaritanos dispuestos a compartir las que ellos han ido recopilando conmigo.
Últimamente C. ha sido mi proovedor de relatos.
Esta semana, a pesar del caos de la vida cotidiana pude devorar una delicia narrativa...
The Professor of Desire de Phillip Roth.
Le comentaba al buen C. que necesitaba algo adulto... un pequeño oasis de deseo y realidad brutal.
Dió en el clavo.
The professor of desire es una historia escrita en 1977 que bien pudo haber sido escrita ayer...
Un hombre cuyo insaciable deseo trunca toda posibilidad de encontrar cualquier tipo de estabilidad emocional...
Ayer comencé a leer Disgrace de J.M. Coetzee que pinta como otro sórdido retrato de la condición humana (primordialmente masculina, pero humana al fin y al cabo) que me regalará un mundo nuevo para construir, destruir y disfrutar a placer.
Me voy a leer... (Gracias C.)
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